Historia

NUESTRA HISTORIA

El Instituto Superior de Formación Docente “Nuestro Señor de Mailín” fue creado en el año 1991, por iniciativa de Monseñor  Juan A. Muñoz como Profesorado para el Ciclo Básico de Servicio a la Familia, cuyo proyecto Educativo Institucional fue elaborado con la participación de la comunidad educativa designada y la colaboración de las comunidades de los Institutos de Ciclo Básico  de Servicio a la Familia. 

 

 

El instrumento legadle su creación es la resolución Nº 117 emanada del consejo General de Educación; en sus orígenes dependía de la Dirección General  de  Nivel  Terciario  No  Universitario  y  su  funcionamiento  estaba regulado por el Reglamento de profesorados Superiores Provinciales y por el Reglamento Interno de la Institución.
 

 

El instituto fue creado con el propósito de participar en el proceso de mejorar la calidad de la educación de los habitantes de nuestra provincia, y de ejercer el derecho de participar como miembros activos, luego de un profundo análisis  de  la  realidad  socio-cultural  santiagueña  y  con  posterioridad  al nacimiento de los Ciclo Básicos de Servicio a  la Familia.

En 1994-1995 se incorporan aportes que provienen de la ley Federal de Educación. 1996 se inicia un camino hacia la transformación educativa con la elaboración del diagnóstico institucional.

En 1998 se avanzó y se desarrolló un proyecto para la implementación del Profesorado para 1º y 2º ciclo de la EGB. A partir de la Ley Federal de Educación, los  acuerdos del consejo General  de  Educación  y  la  Ley de Educación Superior, corresponde a los Institutos de Formación Docente la responsabilidad de adherirse al emprendimiento de la tarea de transformación del sistema formador.

En 2009 con la implementación de la Ley de Educación Nacional N° 26.206 y Ley de Educación Provincial Nº 6.876 el instituto se incorpora a la oferta educativa de Profesorado en Educación Primaria.

El  ISFD  Nuestro  Señor  de  Mailín,  como  institución  perteneciente  al Obispado de Santiago del Estero, asume la opción de formar docentes con un sentido  trascendente,  que  no  se  limite  solo  al  proceso  de  enseñanza  y
aprendizaje de sus alumnos sino que fundamente su tarea en la formación integral de la persona desde el espíritu del servicio y mediante el testimonio de vida. Esta opción expresa el compromiso de asumir y de vivir el trabajo
educativo “como una vocación personal en la Iglesia y no sólo como un ejercicio de una profesión, y la elección de personas consagradas, en cuanto llamadas a vivir los consejos evangélicos y a llevar el humanismo de las
bienaventuranzas al campo de la educación y la escuela”.

Es así que el Profesorado, como institución católica, expresa en su Visión que “El objetivo de toda educación genuina es el de humanizar y personalizar al hombre, sin desviarlo, antes bien, orientándolo eficazmente hacia su fin último que trasciende la finitud esencial del hombre”.

De la misma manera, la Misión que se propone es la de buscar “una institución  educativa  que  propicia  espacios  de  resignificación  cognitiva,  de diversidad cultural, de creatividad y de participación, construyendo condiciones para el trabajo en equipo para lograr un entorno pedagógico que fortalezca la identidad, la inclusión y la trascendencia”.

Por tal motivo, y para que la formación de formadores cuente con objetivos claros y que sean coherentes con estos propósitos, el Instituto configura su tarea educativa y formativa a partir de los valores VERDAD, BONDAD y LIBERTAD, buscando que ellos transversalicen todas las acciones y puedan visibilizarse en las prácticas cotidianas.

La síntesis entre fe, cultura y vidaii se logrará mediante la integración de los diversos contenidos disciplinares a la luz del mensaje evangélico y mediante el desarrollo de las virtudes y de estos tres valores que caracterizan al ser humano, la cual se logrará desde el perfeccionamiento constante y de la formación espiritual de toda la comunidad educativa. 1

 

1 Documento “Educar juntos en la Educación Católica. Misión compartida de personas consagradas y fieles laicos”.